BATALLA DE YRENDAGUE

La Batalla de Yrendagüé se desarrolló en el mes de diciembre de 1934, donde el Coronel Eugenio A. Garay mostró su máximo heroísmo, al igual que sus soldados, situación que le llevó a pronunciar la célebre frase: “No mueran todavía hijos míos, les pido que soportemos dos horas más para ir a morir todos juntos en Yrendagüé”.

Soldados paraguayos en plena marcha durante el 
sofocante calor del verano en el Chaco Boreal
La situación se volvía crítica para el Paraguay pues sus reservas humanas estaban agotándose y su economía tambaleaba. Bolivia, haciendo un gran esfuerzo, reunió un cuerpo de ejército en Picuiba, en el norte del Chaco, listo para cortar la retaguardia Paraguaya e irrumpir sobre el río Paraguay. Para desbaratar la grave amenaza, El General José Félix Estigarribia concibió un audaz plan. Un contingente de hombres, realizarían una travesía por los montes chaqueños y tomarían por asalto las posiciones bolivianas apoderándose de los pozos de Yrendagüé, el único depósito de agua que disponía el cuerpo, al mando del Coronel David Toro.

El comandante de la VIII División de Infantería era el referido Cnel. Eugenio Alejandrino Garay un hombre que fue asignado para dirigir el operativo por su vasta experiencia y sus conocimientos militares, a pesar de contar entonces ya con 60 años de edad.

El plan era sorprendente por su casi imposible realización. Garay debía infiltrar su División entre dos Divisiones enemigas sin que estas ni la aviación se dieran cuenta, recorrer 70 kilómetros a través de un desierto carente de agua, en un monte cerrado, sin perder tiempo en abrir picadas, en pleno verano, con una temperatura de más de 45 grados a la sombra y finalmente capturar los pozos del fortín Yrendagüé dejando sin agua a tres Divisiones bolivianas, en medio del desierto. O sea, destruir a todo el Cuerpo de Caballería del coronel Toro sin disparar un solo tiro salvo en el asalto al fortín Yrendagüé.

El contingente de soldados, inició su marcha el día 5 de diciembre de 1934 y alcanzó las posiciones enemigas el día 8 de diciembre de 1934, la travesía fue ardua y difícil y la parte crítica: la sed, el calor sofocante de diciembre en aquellos parajes, marchaban a pie, y se abrían camino a través de los arbustos espinosos con las manos, para hacer el menor ruido posible.
La misión fue tan audaz y osada que tomó por sorpresa al poderoso cuerpo de caballería boliviano a cargo del Coronel David Toro lo que hizo que los soldados huyeran por los montes chaqueños y millares de ellos murieran de sed. Tal es la importancia de la Batalla de Yrendagüé dentro de la Guerra del Chaco que marcó un punto de inflexión y permitió el avance de las tropas paraguayas, debido a la toma de aquellas aguadas que servían de suministro a las tropas enemigas.

Referencias:
Dos batallas de la Guerra del Chaco: Gondra, Picuiba-Yrendagué" del Cnel. Rafael Franco 

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