VICTORIA DE CAMPO VIA

Eusebio Ayala
el presidente de la victoria
 La guerra del Chaco es la denominación del conflicto bélico entre Paraguay y Bolivia librado entre el 9 de septiembre de 1932 y el 12 de junio de 1935 por el control del Chaco Boreal. Fue la guerra más importante en Sudamérica durante el siglo XX. En los tres años de duración, Bolivia movilizó a lo largo del conflicto a 250 000 soldados y Paraguay a 120 000, que se enfrentaron en combates en los que hubo gran cantidad de bajas (aproximadamente 60 000 bolivianos y 30 000 paraguayos) y gran cantidad de heridos, mutilados y desaparecidos. Los distintos tipos de enfermedades tanto físicas como psicológicas, la característica hostil del teatro de operaciones y la falta de agua y mala alimentación produjeron el mayor porcentaje de bajas y afectaron la salud de los soldados sobrevivientes, a muchos de por vida.

El cerco de Campo Vía desarrollado entre el 5 y el 11 de diciembre de 1933, fue la culminación de la Segunda batalla de Alihuatá en la que el ejército paraguayo rodeó a dos divisiones bolivianas obligándolas a rendirse. El ejército boliviano perdió más de dos tercios de sus fuerzas operacionales en el Chaco por lo que tuvo que abandonar la zona Muñoz-Saavedra y retirarse hacia la línea defensiva Magariños-La China. El gobierno del Paraguay creyó que había ganado la guerra y propuso un armisticio para iniciar las negociaciones diplomáticas. Bolivia aceptó la propuesta para ganar tiempo y reconstruir su ejército. La guerra continuó hasta junio de 1935.

Compartimos un fragmento del libro "Una batalla de 50 días" del General Raimundo Rolón, en el que refleja el mensaje del presidente de la República Eusebio Ayala a las tropas paraguayas:

"El señor Presidente de la República firma el siguiente mensaje dirigido al Ejército del Chaco: "Del Presidente de la República al Ejército del Chaco: Tengo la dicha singular de estar entre los combatientes en este día que marca una etapa decisiva en la campaña contra el invasor del territorio nacional. Desde el Puesto de Comando del General Estigarribia envío a los Jefes, Oficiales y tropas combatientes y de todos los servicios, el agradecimiento del Gobierno de la República y de la Nación entera. El éxito alcanzado no es fruto del azar, sino el resultado lógico de un plan concebido con inteligencia y ejecutado con alto espíritu de abnegación y firme voluntad de vencer.

"El Pueblo Paraguayo que vive en estas horas el pasado de gloria mostrando al mundo que su tradición de honor, de bravura y de patriotismo es mantenida. El nombre del Paraguay se dibuja de nuevo en la historia con fulgores de heroísmo. En nuestros corazones de ciudadanos late con fuerza la fe en la patria inmortal. Puesto de Combate del General en Jefe Eusebio Ayala".

Montado sobre un tanque boliviano, cuando
este se encontraba en Asunción
Al final de esta batalla, el RC-7 "San Martín", logró capturar dos tanques bolivianos el 10 de diciembre, al bloquearles el paso talando árboles por delante y por detrás a la altura del km. 21. Estos tanques no fueron utilizados en combate por el ejército paraguayo sino trasladados hasta Asunción, donde el que se encontraba operativo fue vendido, posteriormente, a España durante el gobierno del Cnel. Franco mientras que el otro se exhibió durante mucho tiempo en la plaza de la Democracia, frente al Congreso Nacional, donde era costumbre ir a sacarse fotografías, hasta el año 1994 cuando fue devuelto a Bolivia en símbolo de confraternidad y paz. 

Además de estos dos tanques, y como resultado de esta victoria, Paraguay tomó cerca de 7500 prisioneros bolivianos (6500 de la 9.ª División y 1100 de la 4.ª División), equivalentes a las dos terceras partes de las fuerzas bolivianas con capacidad de combate en el Chaco.

Asimismo, el ejército paraguayo capturó un parque importante de armas, equipos, municiones y camiones.

Por ello el comando y el gobierno paraguayo pensaron que la guerra había terminado y que era el momento para una ventajosa acción diplomática estableciendo un armisticio que favoreció a Bolivia y que permitió que la guerra continuara un año y medio más.


Cnel. Rafael Franco
Con motivo de la gran Victoria paraguaya de CAMPO VIA, el Teniente Coronel Rafael de la Cruz Franco Ojeda, Comandante de la 1° División de Infantería Paraguaya, es ascendido al rango inmediato superior de Coronel.

Dos divisiones bolivianas completas se habían rendido ante el Cnel. Rafael Franco. A consecuencia de su actuación durante esta batalla, Franco asciende a Coronel el 16 de diciembre y el 27 del mismo mes le otorgan la jefatura del 2do cuerpo.

Sus ascensos y promociones los consiguió a duelos de espadas.

Luego de la Victoria el Pte. Eusebio Ayala expresaba en una parte de su discurso que "el éxito alcanzado no es fruto del azar, sino el resultado lógico de un plan concebido con inteligencia y ejecutado con alto espíritu de abnegación y firme voluntad de vencer".


Mcal. José Félix Estigarribia
Asimismo, el General de Brigada José Félix Estigarribia, posteriormente Mariscal Estigarribia, es ascendido al rango de General de División. 

El General José F. Estigarribia, al mando del Ejército Paraguayo en Campaña, dirigió personalmente las maniobras finales que culminaron exitosamente con el envolvimiento de las 4° y 9° Divisiones Bolivianas, lo cual se tradujo en la gigantesca victoria Paraguaya de CAMPO VIA.




CHACO BOREAL
Arriba llevemos nuestra nación,
es la suprema ambición
de los que enarbolan la tricolor
rojo, blanco, azul, tara ra ra ra,
ostenta un león.
Unamos toda la fuerza en rededor
del suelo que Dios nos dio
para así decir al viento y al sol
somos dignos hijos, tara ra ra ra ra,
de nuestra nación.
La la la la la, lara la la la la
¡Chaco Boreal!, niños, decid.
¡Chaco Boreal! Himno, entonad.
¡Chaco Boreal! nuestra heredad.
¡Chaco Boreal! ¡Oh!, repetid.
Hazañas de gloria y honor
viven en ti y no morirán.
En el pabellón y ya el fusil,
vuelan las garzas en son de paz.
Alegre vamos en pos del ideal
que sentimos por igual,
de servir la noble y gran misión
defender la patria, tara ra ra ra,
de toda agresión.
Cantemos nuestra victoria inmortal,
cantemos al guaraní
que en cien jornadas famosas va
con los gritos de Vencer o morir
¡Viva el Paraguay!
Letra: Gerardo Fernández Moreno
Musica: Remberto Gimenez



Comentarios