BATALLA DE LOMAS VALENTINAS

En la mañana del 21 de diciembre de 1868, bien temprano el enemigo comenzó a marchar hacia nuestras filas, el campamento de Villeta se había levantado, 25.000 hombres de las tres armas marchaban con el objetivo fijo de destruir nuestro ejército, la inmensa superioridad numérica del enemigo daba a entender que sería tarea fácil, urgía al enemigo una victoria rápida.

El ejército enemigo fue dividido en dos columnas, una al mando del Gral. Bettencourt y otra al mando del Gral. Luis Mena Barreto. Habían apostado la artillería sobre la altura del Cumbarity.
Ataques Paralelos al Principal. 

Monumento de Lomas Valentinas
Se iniciaron ataques secundarios, el principal de estos fue el ataque del Gral. Manuel Mena Barreto quien se dirigió hacia la trinchera del Pikysyry.

La resistencia en ese sector estuvo a cargo del Mayor Solís, quien conservó su puesto rechazando a los asaltantes en duros enfrentamientos, 900 hombres caerían en esta defensa entre muertos y heridos, gran parte de la artillería utilizada en la línea del Pikysyry cayo en este ataque. Cuando López se percató de la situación de Solís, le ordenó su repliegue con sus pocos hombres sobrevivientes a Itá Ybaté, a su llegada sería relevado a Teniente Coronel por el heroísmo y valentía demostrado.

Por otra parte a las 11 de la mañana de ese día, el Barón del Triunfo, con 2.500 hombres de caballería, se dirigió a la zona de Potrero Mármol de donde sacó impunemente todos los animales de nuestro abasto, unas 3.000 cabezas de ganado con 500 ovejas y 400 caballos. Un duro golpe teniendo en cuenta las precarias condiciones de nuestro ejército en aquel entonces.

Ataque Principal. 
Caxias ordenó el ataque en dos columnas cerradas, a las 3 de la tarde avanzaron sobre nuestras posiciones, López con el poco tiempo que tuvo mandó construir unas improvisadas trincheras que miraban en dirección a Villeta, a diferencia de las trincheras de la líneas del Pikysyry que miraban en dirección sur (para las tres de la tarde como se menciona en el párrafo anterior, éstas últimas ya habían sido tomadas).

El objetivo del enemigo era el avance hacia Itá Ybaté, tomando en el camino aquellas improvisadas trincheras, el rechazo paraguayo fue tenaz, Caxias cometió un grave error al confiarse e intentar asaltos frontales en los columnas compactas, ello facilitaría enormemente el trabajo a nuestros artilleros.

Finalmente el enemigo llegó a la zapa de la trinchera, el combate cuerpo a cuerpo en ese momento fue terrible, una rápida reacción del escuadrón del Gral. Caballero y el Cnel. Valois Rivarola con el importante apoyo de nuestros rifleros rechazó este frente. En otro ataque doblemente mayor que el anterior, el enemigo llegó nuevamente a nuestras trincheras y nuevamente la reacción paraguaya fue de una tremenda magnitud.

Con un grito de Viva la Patria! Lanzas, sables y bayonetas paraguayas defendían cada centímetro de nuestras posiciones haciendo honor al grito paraguayo de Vencer o Morir. En el duro enfrentamiento el Cnel. Felipe Toledo recibiría un balazo en el cráneo que terminaría con su vida al instante, Valois Rivarola quien ya había recibido una herida en el cuello en la Batalla de Avay y aún así pese a las recomendaciones continuó peleando, recibiría nuevamente otra herida mortal que momentos más tardes terminaría con su vida.

Los artilleros paraguayos, ya sin poder utilizar sus piezas se valdrían de la lucha a sable para repeler el ataque, se destaca el Capitán Maciel, sobre quien López presente en la Batalla diría ¨Maciel está sableando bien¨. Maciel momentos después recibiría una herida de bala en el pecho.

El combate en ese momento fue de una magnitud tremenda, Centurión mismo relata ¨En vista de la inminencia del peligro, varios jefes y oficiales que nos encontrábamos allí, impulsados por un sentimiento de honor nos lanzamos a la carga contra el enemigo por nuestra propia cuenta, sin que hayamos previamente recibido orden para el efecto¨.

Finalmente aquel día 21 los paraguayos habían conseguido rechazar al enemigo, el precio de la victoria dada aquel día fue terrible, aún aguardaban 6 días de batalla.

Después de la derrota sufrida, Caxias se vio obligado a incluir nuevamente a los argentinos y uruguayos en la siguiente batalla. Con la firma de Caxias, Gelly y Castro, el día 24 fue enviada una intimación a rendirse dirigida al presidente López. Éste la rechazó altivamente, recordando a sus enemigos que su oferta de paz había sido rechazada en Yataity Corá dos años antes.

Batalla de Lomas Valentinas.
El 27 de diciembre, los aliados lograron una sangrienta victoria en la segunda Batalla de Lomas Valentinas o de Itá Ivaté.​ La batalla terminó en la masacre de los soldados vencidos, incluidos los que se rendían, en su mayoría niños y ancianos. En total, los paraguayos perdieron 1.500 muertos y 1.000 prisioneros heridos, mientras los aliados tuvieron 460 bajas.

López escapó de la batalla durante la misma, cruzando una laguna a través de la misma con su carruaje, utilizando un terraplén oculto bajo el agua a poca profundidad. Sorprendió a los brasileños, que poco antes habían dominado el lugar por el cual huyó, pero aun cuando tuvieron en claro que el presidente huía, por causas que no han podido ser establecidas, éste no fue perseguido. Las causas de esta huida de una posición totalmente cercada le son generalmente atribuidas a Caxias, aunque los motivos para ello varían sustancialmente: desde el cansancio moral y físico del anciano comandante, hasta el sometimiento a órdenes emitidas por sus superiores en la masonería.



REFERENCIAS:


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