ASUNCIÓN OCUPADA

Palacio de López con la bandera brasilera
Después de que la escuadra brasileña hubiera traspasado las líneas de Humaitá el 19 de febrero del 1868, el Mariscal Francisco Solano López ordenó que Asunción fuera evacuada inmediatamente. El 22 siguiente y por medio de un bando, el Vicepresidente Francisco Sánchez estableció un término de 48 horas para el cumplimiento de la medida. El documento disponía que: "Toda persona que se encontrare robando en las casas desocupadas o en las calles, será inmediatamente fusilada. También "... sufrirá la pena de muerte cualquier persona que se pusiera en comunicación con el enemigo".

El 1° de enero de 1869, luego de la destrucción del ejército paraguayo en las batallas de Ytororó, Avay e Itá Ybaté y tras la rendición del reducto de Angostura, en el mes de diciembre del año anterior, los ejércitos aliados ingresaron a la capital paraguaya. Habían transcurrido ya 10 meses desde que fuera abandonada. Las calles y casas se encontraban desiertas y llenas de malezas.

El ejército argentino acamparon en las afueras, en Trinidad utilizando su iglesia —edificada por Carlos Antonio López y donde descansaban sus restos— como establo y letrina. y fueron las tropas brasileñas las que arrasaron con todo lo que encontraban a mano. Casas, muebles, todo tipo de bienes. Ni los templos ni las sepulturas fueron respetados.

El cuartel general brasileño se instaló en la mansión que fuera del Gral. Vicente Barrios y su esposa Inocencia López de Barrios, calle Villa Rica (actual Pdte. Franco) esquina Independencia Nacional. Mientras que el hospital argentino se instaló en el viejo Club Nacional, Palma entre 25 de Diciembre (actual Chile) y Atajo (Alberdi). El cuartel de la tropa brasileña y la Caballería Riograndense ocupó el Palacio de López, hoy Palacio de Gobierno. El Gral. Manuel Luis Osorio, Vizconde y Marqués de Herval, se alojó en la casa de Francisco Solano López, ubicada en Nuestra Señora de la Asunción esquina Palma; y el Gral. José Auto Guimaraes, Barón de Yaguarón, en los altos de la Estación San Francisco, frente a la Plaza Uruguaya. Los demás jefes y organismos del ejército invasor ocuparon otros edificios importantes de Asunción.
El 16 de enero de 1869 aparece en el periódico "La Tribuna" de Buenos Aires un artículo de su corresponsal en Asunción. Citado por Héctor E. Decoud, en el escrito puede leerse lo siguiente: "En Asunción no hemos encontrado a nadie. La ciudad es importante, tiene majestuosos edificios, el Palacio de López no tiene rival en estas repúblicas. La estación del ferrocarril es espléndida (...) Hoy se encuentran la mayor parte de las casas abiertas, mesas, espejos partidos, y el contenido de las cómodas y armarios, por los suelos de las casas. Dos días después de la ocupación de la Asunción por los ejércitos aliados, primeramente los vapores, luego los buques a vela y finalmente las chatas comenzaron a salir aguas abajo, cargados de frutos, maquinarias, muebles y objetos de valor".

El saqueo de Asunción fue llevado a cabo a partir de 1 de enero de 1869, cuando las fuerzas brasileñas ocuparon la capital paraguaya.​ Asunción vio echarse sobre ella los 30.000 soldados de Gastón de Orleans, El Conde d'Eu.

Apenas entradas las tropas en la ciudad, comenzó el saqueo de todos los edificios, comenzando por los grandes palacios de las familias aristocráticas de la capital. También fueron saqueados los muebles de los ministerios del gobierno, los del Palacio del Congreso, los de la familia López; el mobiliario del Club Nacional, comprado en Europa poco antes de la Guerra; el mobiliario de la casa del mariscal Francisco Solano López y de la residencia de su mujer, Elisa Lynch. Los primeros lugares en ser visitados fueron el Club Nacional y las residencias del Presidente, de su mujer y de sus hermanos Venancio y Benigno e Inocencia, repletas de muebles finos, cuadros de firma, alfombras, espejos venecianos, pianos y vajillas de oro y plata.

Por las calles había filas de objetos y muebles que esperaban para ser cargados en los barcos dirigidos a Buenos Aires y Río de Janeiro; al zarpar, los barcos iban hasta el tope cargados de los objetos saqueados en Asunción. Cabe aclarar asimismo que en la década de los 1970, tanto la Argentina como el Uruguay devolvieron los "trofeos de guerra" capturados durante el conflicto bélico, pero la mayor parte de lo saqueado en la capital nunca pudo ser recuperado.

Recordando el trágico "Saqueo de Asunción", el historiador argentino general José Ignacio Garmendia escribió: Aquella ciudad solitaria sentada a la margen del tranquilo rio, sufrió, 
indiferente, la suerte del vencido de lejanos tiempos. El vencedor entró a saco.

Archivos Nacionales del Paraguay
Además de los objetos de valor, el "Tesoro de Guerra", no sólo estaba compuesto de piezas de oro y plata, también lo constituyó el acervo histórico y cultural desterrado ilegítimamente.

El Ministro brasileño en Asunción José da Silva Paranhos se apoderó del inmenso tesoro de los Archivos Nacionales del Paraguay que, después de su muerte, donó a la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, el catálogo de la colección Río Branco, que contiene los archivos públicos del Paraguay, tomados al final de la guerra, se compone de mil páginas divididas en dos tomos. La colección consta de cincuenta mil documentos sobre la historia primitiva del Paraguay, la infiltración portuguesa, las cuestiones de los límites y las fechas y los hechos sobre la historia del Río de la Plata".

La ciudad de Asunción ocupada por el ejército aliado (Le Monde Illustré: journal hebdomadaire, n.º 625, 03/04/1869).
El Ministro brasileño en Asunción José da Silva Paranhos se apoderó de parte de los Archivos Nacionales del Paraguay que, después de su muerte, donó a la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, el catálogo de la colección Río Branco consta de cincuenta mil documentos sobre la historia del Paraguay, las cuestiones de los límites y las fechas y los hechos sobre la historia del Río de la Plata" y fue devuelto restaurado y catalogado en la década de 1980 al Archivo Nacional de Asunción. Algunos documentos (unos 800) que se creían perdidos fueron encontrados en el mismo en las recientes catalogaciones y foliaciones en detalle de la colección.

VER TAMBIÉN:
Guerra contra la Triple Alianza
Tratado secreto de la triple-alianza

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