El poncho es una prenda tradicional americana que consiste en una manta cuadrada o rectangular de lana de oveja, alpaca, vicuña u otro tejido, que tiene en el centro una abertura para pasar la cabeza y cuelga de los hombros generalmente hasta más abajo de la cintura; posee un diseño sencillo que deja caer la tela sobre el cuerpo, disponiendo los extremos de manera a dejar libres los brazos para su movilidad.
Utilizada principalmente en el altiplano andino y el Río de la Plata, existe polémica acerca de la etimología de la palabra “poncho” que para algunos tiene indudable raíz quechua, para otros investigadores, el origen de su nombre es español. Pero tal como ocurre con su denominación, también la prenda en sí es disputada por varias culturas americanas, europeas y asiáticas que con algunas variables crearon vestimentas tradicionales similares como la bufanda ucraniana, capotes utilizados en otros países eslavos, así como mantas o capas que de la misma forma que el poncho, permiten su vestido por un orificio central.
La prenda aparece de manera recurrente en Mesoamérica registrando su ancestral uso en iconografía como estatuillas mayas; su utilización se halla generalizada en la región hasta el día de hoy con telas más ligeras dado el clima tropical de la misma en prendas como el huipil o el quexquémitl. Presente de Canadá a la Patagonia chileno-argentina, es una vestimenta tradicional americana que tiene por denominador común, desde el punto de vista geográfico, su utilización endémica en la columna vertebral que de Norte a Sur recorre el continente americano desde las Rocallosas a los Andes y valles adyacentes hasta las costas con sus distintas variables y nombres: huaso (Chile), chalán (Perú), pala (Brasil), etc.
En el Río de la Plata el poncho fue adoptado rápidamente por criollos y mestizos. Como no existen registros de su uso por las antiguas tribus que habitaron el Paraguay Colonial y aunque no exista consenso acerca de cuándo y cómo llegó a este país, es probable que haya sido introducido en el siglo XVI a través de la Argentina, donde al igual que en Paraguay, Uruguay y el sur del Brasil es considerado parte del folclore nacional relacionado a las faenas del campo y a las costumbre de los gauchos típicos de la región.
Caracterizado por su clima cálido en gran parte del año e inviernos que pueden durar varias semanas llegando algunos días y determinadas regiones a registros térmicos bajo cero, el poncho en Paraguay es normalmente usado por la población rural. Si bien existen distintos diseños y tradiciones, algunos incorporados a fines del siglo XIX con la llegada de inmigrantes desde Uruguay y Corrientes (Argentina) al departamento de Misiones, probablemente el poncho para´í de 60 listas tejido en la heroica ciudad de Piribebuy, junto con el ahó po´í, sean las prendas artesanales tradicionales más representativas del país.
PONCHO DE SESENTA LISTAS - GRUPO SEMBRADOR
La prenda aparece de manera recurrente en Mesoamérica registrando su ancestral uso en iconografía como estatuillas mayas; su utilización se halla generalizada en la región hasta el día de hoy con telas más ligeras dado el clima tropical de la misma en prendas como el huipil o el quexquémitl. Presente de Canadá a la Patagonia chileno-argentina, es una vestimenta tradicional americana que tiene por denominador común, desde el punto de vista geográfico, su utilización endémica en la columna vertebral que de Norte a Sur recorre el continente americano desde las Rocallosas a los Andes y valles adyacentes hasta las costas con sus distintas variables y nombres: huaso (Chile), chalán (Perú), pala (Brasil), etc.
En el Río de la Plata el poncho fue adoptado rápidamente por criollos y mestizos. Como no existen registros de su uso por las antiguas tribus que habitaron el Paraguay Colonial y aunque no exista consenso acerca de cuándo y cómo llegó a este país, es probable que haya sido introducido en el siglo XVI a través de la Argentina, donde al igual que en Paraguay, Uruguay y el sur del Brasil es considerado parte del folclore nacional relacionado a las faenas del campo y a las costumbre de los gauchos típicos de la región.
Caracterizado por su clima cálido en gran parte del año e inviernos que pueden durar varias semanas llegando algunos días y determinadas regiones a registros térmicos bajo cero, el poncho en Paraguay es normalmente usado por la población rural. Si bien existen distintos diseños y tradiciones, algunos incorporados a fines del siglo XIX con la llegada de inmigrantes desde Uruguay y Corrientes (Argentina) al departamento de Misiones, probablemente el poncho para´í de 60 listas tejido en la heroica ciudad de Piribebuy, junto con el ahó po´í, sean las prendas artesanales tradicionales más representativas del país.
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